El título, no exento de cierto sesgo profético, remite a la exploración del estado caído del sujeto. El vuelo extático y sublime se convierte en pulsión por el suelo, y el escenario que Balam Rodrigo elige para narrar esa (anti) épica de la caída es la ciudad. El poeta aquí es una suerte de flâneur post-bíblico que presencia la simultánea deconstrucción de la urbe.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2010. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.