Lo antipoético, el coloquialismo, la poesía política y una radical visión social convirtieron a Kim Su-young en un claro referente de la poesía surgida después del modernismo coreano. Al leer los poemas de este extraordinario poeta, las coordenadas históricas de su país aparecen con una gran claridad. La obsesiva manía de fechar los textos sirve de diario o memoria de un país que se iba reconstruyendo día a día. Si los textos de la primera época muestran a un poeta con una visión sarcástica, es en la década de los sesenta, en especial los primeros años, que Kim logra sus mejores poemas, aquellos en donde la política ?recordemos la revuelta estudiantil, que lo marcará profundamente? no sólo es el trasfondo, sino la estructura misma del trabajo de este autor. En estos poemas, los intereses del poeta están perfectamente unidos, no existen fisuras. La “realidad y el deseo” son uno solo. La obra poética de Kim Su-young, una de las más importantes de su país, es publicada en esta edición de Bonobos por vez primera en español.