La noche es luz de un sol negro lleva en el título su poética: la vida no es lo que parece, y la noche, lejos de ser una tregua de luz, es otra luz, que mana de otro sol, antitético al que conocemos. La imagen que arroja este puñado de relatos es la de un mundo constituido por opuestos irreconciliables y extremos que se repelen, un mundo basado, antes que nada, en la destrucción.
En los cuentos de este libro amargo e irreverente, Édgar Omar Avilés, con un estilo pulcro que sorprende por su madurez, se rié de la ilusión de que la vida guarde un fondo de orden, razón y coherencia, y en sus páginas de corte fantástico asistimos a una suerte de limpieza de cañería profunda, de desmantelamiento de aquellas ilusiones que, sustentando gran parte de nuestra vida racional y afectiva, la empobrecen y la falsean.