Si es verdad que los mejores perfumes habitan en frascos pequeños, no es menos cierto que los venenos más letales se administran en pequeñas dosis. Fiel a tales premisas, Josu Landa destila en estas breves Anafábulas -corrosivos episodios de didáctica (in)moralizante- la concentrada esencia deun humor tóxico por descarnado y el venno sutil de una ironía, si docta, bien temperada por el ojo crítico de quien mira el mundo con una sonrisilla escéptica. .
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.