En una carta personal a Martha Bátiz con fecha del 4 de febrero del 2003, el gran poeta Eugenio Montejo escribió desde Caracas: “Sus relatos me han impresionado muy favorablemente. Leí el prólogo de Sada después de haber leído varios de sus cuentos. Cuando él habla de “su libro hecho a conciencia y retrabajado hasta el delirio”, deja ver la honda raíz de su vocación de narradora, y me explica lo que de entrada percibí en Ud.: un dominio preciso, sensible pero riguroso del lenguaje. La felicito sinceramente. La voz que narra “Paganini entre dos”, con su acertado manejo de ángulos y adjetivación feliz, no menciona, sin embargo –no lo cree necesario para su historia- qué piezas le ha tocado el padre cada noche. Y el lector que ama a Paganini sabe que de alguna manera la música del famoso italiano –que tenía pacto con el diablo, según la creencia popular- de algún modo anticipa el destino de la amiga.” Martha Bátiz ha sido definida por el crítico dominicano Néstor Rodríguez como “una escritora que asume su oficio con el estoicismo y disciplina de los grandes maestros.”
En esta nueva colección de cuentos, que incluye el que Montejo elogió, se muestran en carne viva las inquietudes y preocupaciones de Bátiz: la traición, el desamor, el desarraigo, la pérdida de la patria y la libertad, y sus violentas consecuencias.