En Horas de oficina de Martin Camps, se nos relatan los avatares vividos en primera persona por un profesor universitario que lleva a cabo su ejercicio docente en Estados Unidos, más concretamente en una universidad de Florida. Se nos cuenta más bien el proceso que protagoniza hasta llegar allí, pues la trama se inicia con su salida de México para realizar un postgrado en la Universidad de California. A partir de ahí se irán encadenando, en un ritmo trepidante, los acontecimientos, adobados en cada pasaje con la inclusión de detalles más, “a priori”, insignificantes, pero que serán los que doten, al cabo, a la obra de la atmósfera en la que, a la vez, quedamos introducidos. Muchos de esos detalles a los que me refiero, visten al personaje principal, le aportan una idiosincrasia y, a la vez, nos consiguen ofrecer una más certera idea del contexto y de los presupuestos que mueven a dicho protagonista.