El maestro Edmundo Valadés fue quien definió el cuento brevísimo, otorgándole algunas de sus características, entre las que se encuentran: no exceder los tres cuartos de cuartilla, o diecisiete renglones; deben ser historias vertiginosas que desemboquen en un golpe de ingenio. La temática más frecuente es el reverso, la contraposición a historias verídicas, estableciendo desenlaces opuestos a incidentes famosos, o prolongaciones del juego entre sueño y realidad; pueden inventarse seres o animales fabulosos, o una cuarta dimensión en la que se violenten todas las reglas de lo posible. Todo esto, Julio Cortázar, lo resume en: “Un cuento debe caber en la cáscara de una nuez…”. Basado en estas características Jorge Luis Herrera crea sus cuentos, en la mayoría breves, en los cuales, la concisión, la contundencia y el ingenio son sin duda las cualidades que le permitieron ser finalista del 8º Premio Nacional de Cuento Tintanueva 2013. Seguro estoy que tarde o temprano sus letras encontrarán resguardo en la memoria de algún posible lector. Dejo en sus manos Cuando estés en el cielo.
Federico Corral Vallejo