Capellán se cree un Artista del Ligue. En realidad es un vil conquistador que engaña y roba a todas las mujeres que sucumben a sus encantos. Ni siquiera es tan guapo, pero algo tiene que a todas las enamora con su labia y su sonrisa. Pesan contra él algunas órdenes de aprehensión, pero nadie lo ha atrapado. Hasta que el millonario padre de una de sus decenas (¿o centenas?) de víctimas contrata a un detective, Bronco, para que dé con él y se lo entregue. Pero algo no termina de cuadrar; la intuición de Bronco le grita que algo no huele nada bien. Y está en lo cierto, pues al final no es tan claro quién engaña a quién.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.