Rafa Saavedra: escritor emblemático y punto de encuentro para una generación que exaltó el arte sin raíces. No pertenecía a bando alguno: su obsesión fue relatar y apresar el tiempo presente, impetuoso y sin dirección, en una lengua temperamental y ambigua: la que practicó para sobrevivir en el caos de una frontera movediza. Las dos últimas décadas le pertenecieron. Rafa Saavedra ha sido una voz sin fisuras. Su punto de partida: Tijuana. Su destino: él mismo. Fuimos amigos. Prologué su primer libro Esto no es una salida. Postcards de ocio y odio cuando la broma de estar vivos comenzaba a ser incómoda y se imponía en nosotros un sentimiento de disgregación y fragmentación del todo. Rafa tuvo la mala fortuna de confiar en mí. Dios me persigue debió aparecer hace tiempo. Lo dejé pasar con la certeza de que tarde o temprano el libro se impondría y sería publicado. La muerte llegó primero y, como siempre, se equivocó. Guillermo Fadanelli