La idea de hacer este libro surgió de una preocupación muy concreta: el hecho de que la poesía visual sea considerada, hoy en día, como algo novedoso y de ruptura, cuando, en realidad, se trata de una práctica con varios siglos de antigüedad. Gracias a la maravillosa antología de poesía novohispana elaborada por Martha Lilia Tenorio hace algunos años, tuvimos noticia de que, en la tradición literaria de México, podíamos encontrar muestras de este tipo de textos desde la época colonial. Así, decidimos que queríamos publicar una reunión de poemas visuales escritos en este periodo. Como la tarea excedía nuestros conocimientos, buscamos a alguien que la pudiera realizar de la mejor manera. Fue entonces que recurrimos a Jorge Gutiérrez Reyna, quien aceptó gustoso y entusiasmado el reto. Después de algunos meses, nos presentó el extraordinario trabajo que hoy editamos con muchísimo orgullo. Por otro lado, en cuanto supimos que algunos poemas requerían la intervención de un artista plástico, quien recuperara o reinventara ciertos elementos perdidos o maltratados por el tiempo, pensamos en Mateo Pizarro, y estamos seguros de que nadie hubiera realizado un mejor trabajo que el suyo. Este libro es el resultado del esfuerzo de muchas personas. Por eso, es doblemente emocionante para nosotros poderlo compartir, mediante esta edición, preparada con mucho esmero.