Presentadas con destreza como una larga serie de monólogos, estas memorias del más notable actor de nuestra escena teatral son feliz resultado de una serie de diálogos entre Ignacio López Tarso y su hija, Susana López Aranda, crítica e historiadora, a su vez, del cine mexicano. Maestría, gracia, presencia, versatilidad: las mayores virtudes del comediante y actor dramático florecen en este primer actor, que nos cuenta en estas páginas sus precoces comienzos, sus aprendizajes, los años de esplendor de la promoción teatral en México (en la administración presidencial de López Mateos), su imborrable paso por las admirables telenovelas históricas y sobre todo su andar recio y cautivador sobre las tablas, donde ha representado lo mismo a los clásicos que a los autores de vanguardia. Profusamente ilustrado. (Juan José Reyes)