En la actualidad este relato sería considerado como de humor negro o de terror cómico, y sería fuente de inspiración para cineastas como Quentin Tarantino o Robert Rodríguez. Precisamente, por la ligereza de este cuento y por las situaciones de terror que maneja, idóneas para la lectura del público juvenil, el Instituto Sinaloense de Cultura se propuso reeditar esta obra, la cual cuenta con la traducción de la lingüista sinaloense, Rosabel Salazar Burgos. La historia narra las tribulaciones del fantasma del caballero Simon de Canterville, cuando su mansión inglesa es prácticamente invadida por una familia de desparpajados gringos, quienes ni se inmutan ante los aspavientos de su "terrorífico casero" por correrlos de su propiedad. La única esperanza para el fantasma de Canterville es la ayuda que le puede proporcionar la inocente y casta Virginia, hija menor de la familia de diplomáticos estadunidenses.