A través de la ficción, Guillermo Arreola logra un retrato descarnado y cercano de las condiciones sociales actuales del norte de México. Tijuana, en la voz del personaje de esta novela, es un paisaje cambiante: a veces audaz y luminoso como un efecto de embriaguez; otras tan rutinario y doloroso como la pobreza en las calles, el paso de migrantes, la impunidad, la homofobia, los cinturones de miseria, la frontera con sus dos caras dispares. Esta ciudad reclama el regreso de Leonardo para aclarar las incidencias alrededor de la misteriosa muerte de su joven amante, Cas Medina. Esta búsqueda marcará el reencuentro con un México olvidado donde la vida parece desechable: hombres que golpean a sus mujeres por un súbito absceso de furia; un hijo que mata a su padre por aburrimiento; cientos de desaparecidos; crímenes de odio; personas traficadas. Con gran habilidad narrativa y poética, Guillermo Arreola se sumerge en la nostalgia y el habla local de los tijuanenses para escribir una inquietante historia sobre la fragilidad donde la tragedia empieza a ser algo tan normal como la cotidianidad misma.