Acaso las metáforas pueden dividirse en dos grandes categorías: por un lado tenemos las que debido a un uso repetitivo y constante pierden filo, descienden a lugares comunes; estoy convencido de que en algún momento de la historia fue intrépido decir que los dientes de alguien eran perlas. Hay metáforas, por otra parte, que se vuelven una aportación secreta y natural al lenguaje cotidiano: tengan por seguro que en este preciso instante en algún lugar del mundo un chico se propone, por primera vez, conquistar a una chica, sin tener la menor idea de quiénes fueron Ovidio o Propercio.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.