Un puente con aspecto de casa alargada. Fui a esa ciudad a patear las tibias de otras mujeres. Tenía quince años. Leí en los letreros: Yaguarón, pueblo de reconquista, y me senté con mi hermano en un madero a esperar que atardeciera. Un nueve de agosto alcancé el podio. En mi vientre se embolsaron mensajeros en miniatura. Hoy, veintitrés de diciembre, quisiera sentir lo mismo a causa de un hijo: tengo treinta años. Miro el mapa, trazo una línea entre el índice y el pulgar. Hay un río que se angosta y la palabra redondel en mi cabeza dicha de mil formas. Mi cabeza de carne, mi cabeza roja. El dolliop chagui que casi me derriba como un banderín suelto. Barra del arroyo Chuy. Lo que sea que me acerque a Concepción.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2007. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.