LA SEMANA SANTA ESTABA a la vuelta de la esquina. El espíritu religioso había cobrado su máximo auge y las iglesias de Chiapas hacían su agosto en pleno abril. Las conciencias de los feligreses estaban predispuestas a lo que el pastor o sacerdote dispusiera. Los carniceros de ganado vacuno sufrían por las bajas ventas, mientras que los pescadores veían repuntar su negocio gracias a la vigilia.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2007. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.