Para andar entre el cabuleo y la epifanía se requiere saber usar el clutch. Este poemario es un instructivo tántrico para tales rutas. Entre sus páginas se ofrenda el hondo brillo negro de la pupila, el perreo que llamamos nuestra mente, y los gajos de un sol que huele a cerezas. Fausto Alzati Fernández no pide permiso, y escupe una experiencia viva configurada en la geometría de algunos versos. Sabor a mí puede que sea un albur, tanto como puede que sea una plegaria.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.