En el rostro de Num, el cielo, el ojo bueno y el ojo malo observan. Ojo-bueno: el destello en la ventana, el oro de la cosecha, la sonrisa en el rostro del agua. Ojo-malo: reino de mareas, hielo de la locura,el jirón del espectro.
Los ojos guiñan entre nubes a lasaves migratorias. Solos, llueven nostalgia fértil a la tierra. Y siguen nuestros pasos, leen nuestras letras y cuentan los escalones de los monumentos. Lúdicos, dibujan claroscuros en el orden de las cosas para provocar la imaginación. Ojos dioses (mortales mas longevos).
De día o de noche el rostro de Num estuerto.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2006. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.