El autor se da a la tarea de realizar una revisión de las principales manifestaciones del teatro novohispano, desde el segundo tercio del siglo XVI hasta finales del XVIII. A partir de una definición pragmática de "teatro", el autor se enfoca en estudiar detalladamente los modos y las formas de los diferentes tipos de representaciones dramáticas en la Nueva España. El análisis se divide en cinco apartados: el teatro evangélico, el colegial, de coliseo, callejero, y de comedia o "máquina" de muñecos. Este último tipo es considerado por el autor como el más frecuente y difundido en la Nueva España, por ello ofrece como ejemplo una obra clasificada en este rubro: El maestro de Alejandro , de Fernando Zárate Castronovo. Así, el análisis teórico se ve complementado con la edición del texto de Zárate. Del mismo modo, el libro amplía el panorama de los dramaturgos novohispanos, que aunque poco conocidos, enriquecieron este género.