La riqueza de estas narraciones es su diversidad temática y estilística. Un espíritu de experimentación, de irreverencia, de juego las unifica. Pero también una actitud literaria seria: encarar aspectos de la existencia, de la sexualidad, del sentimiento con auténtico valor.
Los narradores son de ambos sexos. En muchos de los textos la búsqueda es el otro, lo otro, un orden de cosas en otra banda. De ahí los cuentos fantásticos tratados con naturalismo, las identidades esxuales vistas desde la otra orilla.
Destilan sentido de humor negro, una explosiva inventividad, una alegría de lenguaje.
Son notables los momentos del encuentro con el cuento, asombrosas las estructuras que le dan cuerpo a la idea, frescos los tonos que le dan vida a la realidad.
Por debajo de todo, la risa, el placer, el amor y la literatura.
MARÍA LUISA PUGA
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1995. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
