Corpus: ficciones sobre ficciones recorre un camino múltiple; de la sátira romántica y el humor negro hasta el relato de atmósferas existenciales o el mundo onírico. Se trata de un libro caleidoscópico que no persigue explotar un modelo de la escritura, sino abrir diversas alternativas. A cada momento, sus personajes atentan contra un cosmos de niebla gris que todo lo envuelve. Las situaciones y geografías varían de relato a relato. Los tonos, las atmósferas, igualmente se dispersan. Cada uno de los cuentos pide su estilo para ser contado. En algunos, la soledad y la mirada femenina se (con)funden en un ritual donde el erotismo es la única llama que no se extingue. En otros, los personajes narradores tratan de encontrar (con luminosos o retorcidos recuersos) las palabras que puedan describir sus extrañas esencias imaginarias. La palabra es creación y espejo del mundo, tierra firme o tormenta en el fondo del mar.