En el inevitable salto cualitativo del que hablaba Engels, después de la acumulación de la ciudad hechizada de la que hablaba Lezama Lima, la amarga y sarcástica de Gonzálo Martré, al seguir el recorrido vital del Chanfalla entrando y saliendo de la curva de la espiral a saltos de sapo de la Bondo... la banda nos pone frente a uestros ojos la seguda fase de un Chanfalla crecidito en años y mañas, en daños y sañas.
Entre tiras, porros y caifanes se llama la segunda parte de la trilogía que los chanfallistas preferimos denominar como El Chanfalla II, en el que Martré insiste en darnos su desparpajada visión de la historia política del país y de la historia urbana de la macrópolis.
Porro primero y luego víctima de la Tira (el porrismo se inicia en 1938; y la tira, tiranía, tirana o tiranismo con el tataranieto español de don Periquillo Sarniento de Fernández de Lizardi) con El Chanfalla, ya grandulón el picáro, recorremos hechos y personajes que configuraron el México de los alegres cuarenta. Igual afloran en las páginas de este libro los Güeros Batillas y los Valente Quintana que los desfiles de perros, el salón de baile La Playa, los cabaretuchos de la colonia Guerrero, Rudolfo Brito Foucher, el coronel Mendoza Domínguez, Valentín Campa, Lombardo Toledano, Diego Rivera y un sinfín de personajes de todos los submundos.
La cárcel lo arrulla con sus rimas dolientes y sus hechos sangrientos, la universidad no le concede título, pero le enseña la vida; en los salones de baile ensaya la caifanería y aprende el caló, del cual después hará cátedra. Entre tiras, porros y caifanes es un catálogo para documentar nuestras procedencias, un espejo para asomarnos a un pasado que apenas fue ayer, todo esto narrado con una buena dosis de humor.
La madre histórica de este perdulario Chanfalla es esta nuestra ciudad amada y feroz que nos apabulla y nos levanta diariamente , madre odiada y bienamada de vientre plural. ¿Quién es el padre físico del alusivo protagonista? El propio tiempo, en boca de Gonzálo Martré, engendrador de un Chanfalla que va de boca en boca y de saco en saco en el bolsillo.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1992. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
