El teatro de Olguín tiene un gran peso moral, en él se cuestionan valores y posturas, decisiones que el espectador tendrá que tomar confrontándose o dejándose guiar por sus personajes. El destino ronda siempre sus obras, ya sea corporeizando como la Muerte, las Parcas o la propia Historia. Desde la farsa, la pieza o la comedia siempre surge un cierto airecillo fétido de corrupción. Definitivamente hay algo "podrido" en estas obras. Las relaciones de poder en El esclavo llegan hasta el límite de lo enfermizo, el deforme "Chayueco" de Si nos dejan nos retrata desde sus derrotas victoriosas, y el mundo rural de Otra modesta proposición se convierte en un circo transexual, en medio del desierto, que hubiera hecho sonreír a Jorge Ibargüengoitia.
Con el presente libro, el sexto de los que hemos publicado y tercero de la colección de Libretos de La Compañía Perpetua, fundada en 1994, regresamos a la escena editorial con muchos planes y proyectos. Esperamos poder seguir ofreciendo materiales novedosos, que al llegar al papel sabemos que se encuentran un paso más cerca de la escena. Rodrigo Johnson