¿Qué sucede tras las puertas cerradas de la casa de una familia "decente"? ¿Cuáles son los abismos que la rodean y cómo se ocultan a la propia mirada y a la mirada curiosa de los demás?
Querida familia pone al descubierto aquello que se urde en el vivir cotidiano, aquello que quienes lo viven, pese a su obviedad, no alcanzan a ver. Entre lo que se dice y lo que se calla, el lector reescribirá la historia no oficial de los protagonistas.
La novela está construida con las voces de dos de sus personajes. Uno de ellos, Sara, habla con candor de su hoy, de su enorme ayer y de su breve futuro. A través de un lenguaje coloquial nos va internando por los entretelones bien corridos, donde las familias suelen ocultar a sus fantasmas.
La llegada de un nuevo habitante a la casa viene a romper ese frágil equilibrio y a desencadenar todo tipo de pasiones en la hasta ese momento más o menos tranquila vida hogareña. Querida familia está escrita con los nimios sucesos diarios que cambian de perspectiva según sea quien los observe y que lleva a los habitantes de la casa hasta la locura. Y ahí, a partir de la locura, el lector se preguntará dónde están sus límites y quién finalmente la padece. Se preguntará hasta qué punto todo acaba por ser la consecuencia de la doble escala de valores que rige a cualquier familia "decente".