Ya nadie es perfecto porque ya nadie es natural: al capricho de transformaciones estéticas y pragmáticas, la cirugía ha remodelado a los habitantes de esta novela según sus más fantasiosos deseos. Trasplantes, cambios, intercambio y tráfico de órganos… en el submundo de esta amplia y clandestina red donde las partes del cuerpo humano son mercancía que se surte como las piezas de un automóvil, todo puede ser remplazado o modificado: ojos, pulmones, orejas, piernas, dedos, nariz, pene, cambios de sexo o sexualidad múltiple o intersexualidad, lo que el cliente pida. ¿Y las sobras de esas anatomías de las que ya se vendieron las partes utilizables? Bueno, pues qué se le va a hacer, a comérselas. Dante Medina siempre me sorprende. Siempre nos asombra. Así que no espere el morboso lector una novela sórdida. No. Es una obra efervescente, risueña, cómica, burlesca, cínica y sardónica. Y con una permanente sonrisa de cinismo y humor negro, reflexiona sobre la fragilidad de la vida, la futilidad de la belleza, y la vana ambición contemporánea de ser físicamente perfectos.