Cuando yo viví por el conocido barrio de San Francisco, veinte años después de aquella conversación, tuve la oportunidad de acercarme más a algunos vecinos del barrio de La División de Colima y Villa de Álvarez, como el dueño de una frutería de la que me volví cliente asiduo, junto a La Cruz de Piedra, pero al intentar saber algo más acerca de esa amistad de Pedro, caí en la cuenta de que ese tipo de gestos y voz tan adocenados, era un hipócrita, engañoso y evasivo, que todo lo reducía a comentar las supuestas presentaciones de Pedro Infante en “La Petatera”, pero jamás me habló de lo que yo le preguntaba.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2013. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.