En este libro, Rafael Junquera, asiduo de la literatura, ironiza en torno a la vida de los animales. El escenario de la naturaleza abre el espacio de la fantasía, donde los protagonistas confeccionan divertidos diálogos, tan agudos como ingenuos. Cada relato esconde el poder sorprendente y metafórico de un autor que encuentra temas míticos derivados de los escritores clásicos, describiendo aspectos casi humanos de una literatura de lo cotidiano. Mediante estructura lineal, la lectura se inclina ante la tradición y el placer de la escritura. Sin temor a las ideas, los textos sobrios arriesgan hacia el terreno de la ironía. Como en el escarabajo de Kafka, aquí los protagonistas suenan con la infinidad de la reflexión humana. El recinto de animalia es, a la vez, una meditación o parábola sobre el sentido de cuestionar la realidad. Las líneas cargadas de divertidos apuntes que tienen como objetivo, entrever lo que acontece en el mundo contemporáneo. Así, este libro trata de las criaturas que devela representaciones inquietantes de las cuales ya formamos parte, bajo un entretenido ejercicio literario.