¿Puede caracterizarse a la política como una estética, aun más, como una estética del riesgo, la aventura, el peligro?
La política implica la acción, el intento de alterar el orden existente, la inconformidad casi siempre de origen ético frente a la realidad, la insatisfacción estética ante el mundo circundante. “Todo lo que existe merece perecer”, dijo Engels. El político revolucionario detesta la vida y el tiempo en que le tocó nacer; por eso busca construir un mundo nuevo, que se asiente en principios históricos y revolucionarios.
Para cambiar al mundo hay que someterlo a crisis, uno mismo tiene que entrar en peligro, correr un riesgo.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1986. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
