Serrucho fue alguna vez un gran payaso. Ahora, viejo y cansado, trabaja en el circo dirigido por el feroz señor Papagayo, pero ya no hace reír a nadie con sus números.
Con la llegada de Berrinche y su cuate Churrinche -un par de payasos desempleados-, Serrucho descubrirá junto a su compañera Candelita, que nunca es demasiado tarde para renunciar a los sueños, las risas y los juegos. Al fin y al cabo no hay nada más triste que un payaso sin trabajo y la mejor manera para salir adelante es la solidaridad y la amistad.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2013. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.