Novela del campo uruguayo, novela "de la tierra", en la que sobre una delgada anécdota militar de principios de siglo se desborda una prosa henchida enhebrando lo real maravilloso y el modernismo esperpéntico con transparentes homenajes a García Márquez, Valle-Inclán, Jose Hernández, Carpentier y otros maestros. Un admirable "no va más" del barroco americano.
SAÚL IBARGOYEN ISLAS HA CUMPLIDO YA CUARENTA AÑOS EN SU PROLÍFICO, TENSO, GENIAL COMPROMISO CON LAS LETRAS, EN SU “MILICIA APASIONADA DEL DECIR”.
LAS VOCES AUTORIZADAS, ENTRE OTRAS DE PALLAREZ Y RODRÍGUEZ MONEGAL, AYER, Y NADA MENOS QUE LA DE JUAN GELMAN HOY, SE HAN PRODIGADO EN ELOGIOS A SU OBRA POÉTICA Y NARRATIVA, OBRA QUE HOY PARECE CULMINADA, AUNQUE NUNCA HABRÁ CULMINACIONES EN EL ETERNO Y EXPERIENTE ADOLESCENTE QUE ES SAÚL.
EN ESTA “SOÑAR LA MUERTE”, NOVELA TAL VEZ HISTÓRICA, APORTUÑOLADA Y ALUCINANTE EN EL QUE POR EL MOMENTO CULMINA EL “AFÁN CASI PROTEICO EN LA BÚSQUEDA, EN EL DESPLIEGUE TEMÁTICO, EN LAS VARIANTES, EN LA LÍRICA, EN LA ASUNCIÓN DE UNA CIRCUNSTANCIA EN CUYO ENTRAMADO GRAVITAN DE CONSUNO LO EPOCAL Y LO EXISTENCIAL” CARACTERÍSTICA QUE OPORTUNAMENTE SEÑALARA RICARDO PALLARES EN LA OBRA DE IBARGOYEN.
PROYECCIÓN ESTABA SIGNADA A REALIZAR LA PRIMERA EDICIÓN DE ESTA NOVELA, PERO AL CABO FUE SIGLO XXI DE MÉXICO LA QUE LA REALIZÓ Y DIVULGÓ EN LAS AMÉRICAS.
NOS CABE AHORA DIVULGARLA CON ÁFAN EN ESTE PAÍS QUE AL FIN, ADEMÁS DE PROLÍFICOS Y GENIALES AUTORES ESTÁ TENIENDO ENTUSIASTAS LECTORES DE LO NUESTRO.