Sin asomo de culpa, escrúpulo o vergüenza, los personajes de El materialismo histérico se rinden al poder lujuriante de la avidez, a menudo "masticando una rabia hambreada de revancha".
Según las fábulas tradicionales, la ambición desmedida tiene un alto precio; de acuerdo con la experiencia, tiene también un alto rendimiento. Forajidos crediticios, mercachifles robotizados, chantajistas creativos, chicas cuyo atractivo está en el precio, playboys cuya demanda está en la oferta, pacifistas enardecidos, dictadores beatleanos y guajolotes fundamentalistas: tal es la fauna regular de este libro cuyos capítulos desarman sistemáticamente nuestra incredulidad, a través de un lenguaje en esteroides plagado de un sentido del sarcasmo que al propio tiempo duele y gratifica.
Según las fábulas tradicionales, la ambición desmedida tiene un alto precio; de acuerdo con la experiencia, tiene también un alto rendimiento. Forajidos crediticios, mercachifles robotizados, chantajistas creativos, chicas cuyo atractivo está en el precio, playboys cuya demanda está en la oferta, pacifistas enardecidos, dictadores beatleanos y guajolotes fundamentalistas: tal es la fauna regular de este libro cuyos capítulos desarman sistemáticamente nuestra incredulidad, a través de un lenguaje en esteroides plagado de un sentido del sarcasmo que al propio tiempo duele y gratifica.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2016. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.