Por estas páginas transitan personajes que quieren cruzar la frontera sin documentos, que ponen a la venta igual balazos que desamparos; asesinos que admiran a sus víctimas, ángeles que regalan pistolas, vagabundos que ensalzan la orfandad y la desesperanza, la violencia y el shopping desesperado. ¿Quiénes son estos ciudadanos periféricos, estos fantasmas inconformes?
Con este conjunto de historias, Crosthwaite afina, a través de una prosa inoxidable, los trazos del mapa de su mito preferido: Tijuana, una ciudad siempre entre la pasión y el accidente.
Creador de un mundo propio y de un estilo distintivo en las letras mexicanas, heredero de Fonseca, Carver y Quentin Tarantino, Luis Humbert Crosthwaite demuestra con Instrucciones para cruzar la frontera su dominio de la ironía y la sutileza, bagaje indispensable de todo tránsfuga fronterizo.