En Puerto Solar se desbocan, incontenibles, todas las pasiones. La irrupción de "el Hechicero", un torero prodigioso, concita una revuelta de los aficionados y desata los celos de unos amigos que comparten un fogoso ardor por Mónica. Un periodista harto del corruptísimo dueño de un periódico, opta por renunciar sólo para caer en una trampa y verse envuelto en varios asesinatos. Aldo, un apostador con mala suerte, quiere conquistar a Elena para acceder a su riqueza; pero cuando ella lo invita a conocer a su familia trastornada y la aterradora nana, ésta lo arrojará al mundo de los muertos y a la locura. Mientras que un matarife enamorado de una mujer inalcanzable se convierte en policía y unos gemelos rurales huyen de su padre viudo que intenta matarlos, en Puerto Solar es inminente el Día del Juicio, bajo el aspecto de una guerra fanática y brutal entre ciegos y cojos. En Puerto Solar no hay misericordia, estamos desamparados y sólo en el furor podemos refugiarnos.
Las trece historias que conforman El libro de las pasiones son en sí mismas su propia propuesta y género. De la suma de ellas resulta un mundo donde las pasiones suelen tender puentes, vínculos de una boca a otra o de una mirada a los ciegos; ya sea en alguna frase pronunciada entre dientes, alguna alusión asomada en una sonrisa, el camino hacia el descubrimiento de dichas relaciones, hacia aquella respuesta que estructure la locura, es oblicuo y sutil; forma parte de la apuesta que lanza el autor tanto entre sus personajes como entre sus lectores para averiguar cuál de los dos encontrará primero la cifra del universo.
Mario González Suárez indaga en la maldad o frustración de seres inevitablemente solos, que aguijoneados por el deseo cometen crímenes, traicionan, blasfeman y encuentran en el odio una justificación para su vida. “El odio –dice uno de ellos– ayuda a comprender que el mundo es despreciable y a soportar la sordidez inherente a los hombres”.
El desasosiego acompaña cada uno de los trece cuentos de El libro de las pasiones, historias trágicas, sombrías, con personajes en mayor o menor medida incapaces de sentir empatía, habitantes de un mundo roto.
Este libro muestra el gran oficio narrativo de su autor, su capacidad para crear atmósferas opresivas y un suspenso que angustia y fascina. González Suárez conduce a sus personajes por caminos sinuosos: van a la deriva, aunque ellos crean lo contrario; víctimas de la soberbia, de la codicia, de la lujuria, caen una y otra vez sin redención posible. Tal vez porque como dice uno de los tres epígrafes de Paradiso, de José Lezama Lima, que abren el volumen: “Cuando por el pecado de la caída todo se hizo concupiscible, el diablo jugó otra partida, creó dentro de la caída otra caída”.
Las imposturas de la vida intelectual, las lealtades y traiciones en los bajos fondos, la violencia carcelaria, la obsesión por el juego, la infidelidad, el amor “convertido en rabia y miedo” son algunos de los temas abordados magistralmente por González Suárez en estas historias, tan intensas como reveladoras del lado oscuro de la condición humana.
El libro de las pasiones es la segunda parte de la trilogía que forman las colecciones de relatos Nostalgia de la luz, El libro de las pasiones y La sombra del sol.
José Luis Martínez S.