Muertos que se aparecen, hombres que cruzan la frontera y húngaras que leen el café se reúnen en estos trece relatos de ficción que reflejan la vida de un pequeño poblado minero de la sierra de Chihuahua. Entre anécdotas y recuerdos, en un acercamiento a las propias experiencias y a la tierra de su autor, este libro ofrece la mirada inocente de un niño, quien narra los episodios de su infancia que desea conservar en la memoria. De esta manera, la realidad y la imaginación se conjugan para mostrarnos Santa Rosa: sus problemas y complicaciones, la corrupción y pobreza, pero además la belleza, amabilidad e idiosincrasia de su gente, que bien puede ser aquella que encontremos en cualquier otro pueblo de México. Volver a Santa Rosa invita así a que nos dejemos atrapar por los personajes e historias que esconde ese rincón en las montañas del norte mexicano y a emprender un viaje en el que todo es posible.