Hay aplausos de locos y payasos.
Hay nómadas que caminan en las calles.
Sus mujeres les dicen buenos días
o adiós con un beso herido
y llevan sombreros amarillos
y ríen como nimbos celestes.
¿eso es la poesía?
Seres dramáticos
pululan en la serpiente roja del estío.
Por eso leí a los grandes poetas.
Ahí estaba la poesía.
Pero también la encontré una tarde
en lo pétalos estrujados por los dedos
de una mujer sin recuerdos,
que llevaba de la mano
a un hombre encorvado.
Era la poesía.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2013. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.