Urbano es un niño normal con un pequeño defecto: tiene una oreja más chica que la otra. Un día descubre que con la oreja chiquita puede escuchar los pensamientos de los demás, y este don lo lleva a vivir una historia de policías y ladrones. La aventura comienza cuando en una tienda escucha los pensamientos de un asaltabancos y sus planes para robar un banco. Los adultos no le creen y lo ponen a prueba al tratar de que adivine lo que pasa por sus cabezas. A pesar de las “duras experiencias” por las que transita, él es fiel a su objetivo y ayuda a atrapar a los ladrones.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2001. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.