Entusiasma este texto de Verónica Volkow (Ariadna tejiendo sus más importantes ensayos). Su lírica está marcada por el fuego (y el juego) de la Luz, y por su constante reflexión sobre la poesía y el arte, verdadera poeta: pocas construyen una cosmovisión: une lírica y crítica, pensamiento y ejercicio místico, inspiración y erudición. Avanza en la integración de sus bases creativas filosóficas estructurando una poética cada vez más propia y consecuente: Trosky (el pensador, y su concepción de la poesía), Cuesta (su poética del Vacío y su aguda visión universal de lo mexicano), Paz (su luminosa poética apolínea) y Beuchot (su aportación al símbolo, a través de la hermenéutica analógica): son los ejes axiales que nutren una visión incluyente y unificante (a través del Símbolo: espejo hablante del Ser, agua siempre clara y fresca). Si Las metodologías epistemológicas de las ciencias humanas del siglo XX se inclinaron al univocismo, imitando las ciencias duras, en su final posmoderno, señala Beuchot, se dio "un movimiento contrario, más peligroso: el imperativo de la relatividad, donde se tiende al naufragio de toda referencia rectora y donde prácticamente cualquier cosa se puede decir de cualquier cosa". Casi hasta agotar la realidad. Un verdadero conocimiento de lo humano "tiene que integrar dialécticamente univocidad y equivocidad, sujetándose a una noción de jerarquía causal", incluir con un claro eje -lapis angularis- dialogante, crítico y abierto. Ensayar cardinal para una pedagogía poética: de la demonización a la iluminación. La profunda esencia mexicana es universal: este libro enriquece oportunamente esta tradición y la búsqueda de la verdad en las ciencias espirituales. Agotada la filosofía (Heidegger) este es uno de los trabajos esenciales que los poetas deben realizar para la reconstrucción de la Casa espiritual.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2013. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.