Mariana no le teme a nada, excepto a los rayos y truenos. Esa tarde, se desata una terrible tormenta y, acompañada por un murciélago cobarde y sabelotodo, mariana decide salir a buscar compañía.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1998. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.