Las Memorias de Griselda Álvarez son el testimonio de la vida política de una de las primeras mujeres mexicanas en desempeñar cargos públicos. La urdimbre de los sucesos de todo género que narra: los momentos más difíciles de su carrera, las diferentes facetas de su vida pública y privada, las confesiones hechas con cierto atrevimiento, las relaciones estrechas que mantuvo con familiares, amigos y colaboradores y su visión de los acontecimientos sociales que le tocó vivir van apareciendo en las páginas de este libro con la intención de recrear un sentimiento intenso por la vida.
A la pulcritud de los detalles que va hilvanando, desde las anécdotas del general Manuel Álvarez Zamora —su bisabuelo, primer gobernador del Estado de Colima— hasta el resumen de las actividades principales que realizó durante su gestión en el gobierno del mismo Estado, va unido el interés de describir los momentos claves que contribuyeron a forjar su temple de mujer dedicada a la administración pública.
Los elementos que dan perfil propio a este libro: la política, "alumbramiento creador del bien común", y la poesía, primer interés de la autora en sus años de juventud, son, en palabras de Horacio Labastida, quien hace la nota introductoria, "esencias" que alimentan los renglones y entrerrenglones que ahora quedan en manos de los estudiosos.
