La obra de Eulalio Ferrer (Santander, 1921) ha dado dignidad intelectual a la publicidad y ha impulsado la ciencia de comunicación en México.

Hijo de un tipógrafo socialista, realizó sus primeros estudios en los Salesianos y en la Escuela Laica de Magallanes, de Santander. En 1935 presidió el Grupo Infantil Socialista. Muy joven se inició como redactor del periódico santanderino La Región, cubriendo la información sindical. En plena Guerra Civil colaboró con sus crónicas desde el frente de Burgos en el diario El Cantábrico. Como Capitán del Ejército de la República participó en las operaciones militares del Ebro. Al terminar la contienda, partió hacia el exilio; estuvo en Argèles-sur-Mer, Francia. Arribó a México en 1940 y obtuvo la nacionalidad mexicana, en 1949. En 1941 se estableció con sus padres y sus hermanas en Oaxaca, donde se ganó la vida durante un tiempo recitando poemas de Federico García Loca y Antonio Machado. Fundó la revista comercial Mercurio, que dirigió durante diez años. Fundó y fue director de la agencia de publicidad “Anuncios Modernos” (1947-1960); de “Publicidad Ferrer” (1960) y de “Comunicología Aplicada de México” (1975). Creó el concepto moderno de la comunicología, que ha sido validado por la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid. En 1973 creó el concurso “La Letra Impresa” y coordinó el programa de televisión Encuentro. En 1974 organizó junto con Miguel Sabido y la empresa Televisa el “Primer Encuentro Mundial de la Comunicación”. En 1980 presidió el “Primer Seminario Internacional de Comunicología”. Por varios lustros fue presidente del consejo editorial de Cuadernos de Comunicación, una publicación mensual del Centro Avanzado de Comunicología Aplicada (cadec). Ejerció la docencia en el Tecnológico de Monterrey y en las universidades Iberoamericana (uia), Anáhuac y Autónoma de Guadalajara (uag). Fue presidente Emérito de la Academia de la Publicidad y miembro del Salón del Empresario Mexicano. Fue miembro de diversas asociaciones dedicadas al desarrollo y estudio del lenguaje y la cultura, como la Academia Mexicana de la Lengua, la Academia Norteamericana de la Lengua Española, la Sociedad Mexicana de Estadística, la Fundación de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), el Patronato de la Biblioteca México, y el Patronato del Instituto Cervantes de España. Se destacó como mecenas de diversos proyectos culturales, entre los que sobresale la donación del Museo Iconográfico del Quijote en la ciudad de Guanajuato (1988). Fue presidente de la Fundación Cervantina de México y fundador del Centro de Estudios Cervantinos de Guanajuato. Desde 1987, y por iniciativa suya, se realiza en la ciudad de Guanajuato el Coloquio Cervantino Internacional, en el cual han participado destacados académicos e intelectuales para reflexionar en torno a la obra de Miguel de Cervantes y Saavedra. Fue patrocinador del Premio de Novela “Ateneo de Santander” y del Premio Internacional Menéndez Pelayo.

Eulalio Ferrer Rodríguez fue escritor, publicista y promotor de la cultura y reconocido cervantista. Escribió más de más de cuarenta libros relacionados con los temas del lenguaje, supo combinar su pasión humanista con una fecunda actividad empresarial. Autor de una vasta obra, que comprende más de treinta libros sobre publicidad, en la que reflexiona sobre las dimensiones teóricas y prácticas de la comunicación en México. Algunas de sus obras representativas en este campo son: Publicidad y comunicación, Enfoques sobre publicidad, El lenguaje de la publicidad, Información y comunicación, De la lucha de clases a la lucha de frases, entre otras. En estos estudios concibe la publicidad como práctica de la comunicación aplicada desde una perspectiva humanística, es decir, la comunicación no como una técnica o instrumento, sino derivada de las ciencias humanas y de la cultura. Otra preocupación constante que refleja en sus trabajos tiene que ver con las formas que asume el lenguaje en determinados contextos. Un ejemplo de ello es su obra El lenguaje de la inmortalidad. Pompas fúnebres, en la que muestra la seducción que ejerce el entorno mágico y terrible de la muerte en la historia, y hace un repaso acucioso por las primeras frases lapidarias, la tradición griega de los epitafios, el lenguaje de la muerte en la Edad Media y el Renacimiento, hasta llegar al análisis de los mensajes publicitarios. El lenguaje de las trilogías descifra la magia del número tres en el acontecer humano. Los lenguajes del color, obra monumental y exhaustiva, estudia las funciones y las teorías referentes al color con relación a la historia, a las religiones, a las artes, a la política, a la moda y a la publicidad. Da Vinci y la Mona Lisa se ocupa de una de las obras pictóricas más conocidas en el mundo, convertida con el tiempo en símbolo de la cultura de masas. Eulalio Ferrer publicó tres libros de memorias y una novela. Entre alambradas. Diario de los campos de concentración —su primer libro de recuerdos— registra las infamias e injusticias que sufrieron los prisioneros republicanos en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer, en el sur de Francia. Páginas del exilio, su segunda obra autobiográfica, reflexiona desde la madurez, sobre sí mismo y su filosofía de la vida, mostrando una vehemente capacidad de observación para describir personas, lugares y objetos, con un estilo cuidadoso y mesurado. En su tercer y último libro de memorias —México en el corazón— rememora sus casi setenta años de estancia en México, a través de testimonios que comprenden discursos, cartas y múltiples anécdotas. Háblame en español, su única novela, mezcla la defensa y expansión del idioma español con la amarga y dura historia de los exiliados; es una historia en la que circula todo tipo de personajes de la cultura española en el exilio, pero también otros como Octavio Paz o Mao Tse Tung, en una parábola utópica que va desde París a China pasando por México y los Estados Unidos.