Asistió a la Escuela Municipal de su estado natal. Debido a su interés por el movimiento revolucionario viajó a Veracruz y después regresó a Tampico donde fue preso por pronunciar discursos en favor de la Revolución. Participó en el ejército revolucionario en el que llegó a ocupar el grado de general de brigada. En 1913 se incorporó al movimiento constitucionalista. En 1926 fue nombrado agregado militar a la Legación de México en Perú. Por aquel entonces conoció a José Carlos Mariátegui e impartió conferencias sobre la situación y progreso de México. En 1928 regresó a su México y escribió artículos anticlericales. Fundó periódicos y revistas como El Mexicano, de Mexicali, Baja California; La Patria, de la ciudad de México (donde tuvo una columna titulada "Toques de carga"); Rumbos Nuevos, de Culiacán, Sinaloa; Clarín de Guadiana, de Durango y Rumbos Nuevos, de San Luis Potosí. Colaboró en los periódicos El Jalisciense, de Guadalajara; El Nacional (con la columna "Humos del cráter"); La Tribuna, de Tampico; El Diario del Sureste, de Mérida; El Imparcial, de Hermosillo; La Opinión, de Puebla y La Prensa, de Aguaprieta.

Ernesto Higuera Pineda fue divulgador de la literatura en Sinaloa y editor de la Antología sinaloense y la Antología de prosistas sinaloenses. Sus libros Resonancias efímeras, Gajos de iris y Medallones mexicanos contienen crítica literaria impresionista. Publicó una serie de artículos donde expresó audazmente sus ideas a favor del agrarismo. Destaca de su trabajo periodístico Toques de carga y Gotas de mi gotero, donde se observa a un continuador de las crónicas modernistas.