09 oct 1993 / 24 sep 2018 13:38
Nació en San Jerónimo, Guerrero, el 7 de septiembre. Fue hija de un hombre rico venido a menos, Genaro Lacunza, sobrina del general Albino Lacunza y pariente de Rodolfo Neri, gobernador de Chilpancingo. Vivió su infancia en su pueblo natal y a los catorce años se fue a vivir con su hermana a Acapulco, donde sobrevivió a “la lucha contra la humillación y los golpes, la hostilidad y la miseria en Guerrero”. Poco tiempo después se vino a vivir a la Ciudad de México donde fue miembro del Partido Comunista Mexicano en la década de los treintas. Por ese tiempo conoció a José Revueltas, a Juan de la Cabada y a Rubén Salazar Mallén, entre otros. Estuvo presa en varias ocasiones por sus actividades como defensora de los derechos de los trabajadores y los marginados. Luchó por la jornada de ocho horas. Junto con Consuelo Uranga, Concha Michel, Margarita Gutiérrez y Julia Hernández, organizó a las mujeres desempleadas para demandar la creación de guarderías, de un sanatorio para mujeres, la igualdad de los salarios para ambos sexos en labores semejantes, el reconocimiento de los derechos para los hijos naturales y el sufragio femenino (logrado hasta 1952). Trabajó en la oficina de correos durante catorce años.
Benita Galeana es autora de dos obras autobiográficas: Benita y El peso mocho. En la primera da una visión muy personal de la Revolución y de la dura vida que lleva la mujer campesina y obrera; describe los crueles momentos que vivió desde su infancia hasta cuando se convirtió en activista política. En la segunda, publicada treinta y nueve años después, reúne diez relatos en los que recrea las costumbres y tradiciones del pueblo de San Jerónimo en la época revolucionaria. En Actos fallidos relata su vida al lado de escritores como José Revueltas, en la época de Manuel Ávila Camacho.