Enciclopedia de la Literatura en México

B. Traven

La personalidad de B. Traven sigue siendo un enigma, cuya resolución parece imposible, dada la existencia de abundantes declaraciones y testimonios contradictorios. La viuda, Rosa Elena Luján, afirmó que su marido la había autorizado a revelar que él había sido Traven Torsvan (nombre que aparece en los documentos de las Secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores, de México), nacido en los Estados Unidos y que había vivido en Alemania hasta 1919, año en el que huyó por haber participado en el grupo Espartaquista. Según las investigaciones documentales de Will Wyatt, se trataría de Hermann Albert Otto Maximilian Freige Wienecke, nacido en Schwiebus, Alemania, el 23 de febrero de 1882; sin embargo, según Gabriel Figueroa, quien fuera uno de sus pocos amigos cercanos, Traven le confió que era Mauricio Ratenau, el hijo no reconocido de un importante empresario alemán y de la actriz irlandesa Helen Mareck. Según Wyatt, Traven vivió un tiempo al lado de los abuelos maternos y, tras una breve estancia con sus padres, se separó de ellos, por lo que tuvo que trabajar como cerrajero y militar. Por su parte, Figueroa afirmó que había pasado su infancia en Alemania, hasta la edad de diez u once años, cuando se embarcó como grumete en un barco que lo llevó por Oceanía, Asia y América. Durante la Primera Guerra Mundial, bajo el seudónimo de Ret Marut, se desempeñó como actor y director teatral en Viena y Düsseldorf; en 1917, en Munich, editó la revista Der Ziegelbrenner [El Ladrillero], de carácter antibélico y anarquista. En 1919 formó parte del Departamento de Prensa del Consejo Central de la República Socialista de Baviera y, tras el fracaso de la revolución, fue condenado a muerte, pero logró escapar, para embarcarse con rumbo desconocido. En 1923 apareció en Londres, donde fue encarcelado por participar en un mitin; entonces, durante un interrogatorio, afirmó haber nacido en San Francisco, en los Estados Unidos, pero carecía de documentos porque el terremoto e incendio de 1906 habían destruido los registros locales. La documentación de la policía londinense señala que salió de Inglaterra, aunque se ignoraba su destino. Al parecer, llegó a los Estados Unidos, donde obtuvo un pasaporte falso y viajó a Tampico, donde trabajó en la compañía petrolera El Águila; después, se trasladó a Chiapas, donde vivió por cerca de diez años. Luego, radicó en Acapulco, hasta que en 1948 Luis Spota afirmó haber descubierto la identidad del escritor; entonces, éste decidió radicarse en la Ciudad de México. Traven Torsvan siguió negando que él fuera Traven; sin embargo, algunos años antes había afirmado ser Hal Croves, el representante legal del escritor.

B. Traven, cualquiera que sea su verdadera identidad, pertenece por igual a la literatura angloamericana, a la alemana –por su origen o por la lengua en la que aparecieron las primeras ediciones de sus obras- y a la mexicana, no sólo por la temática que abordó, sino por la compenetración que logró con el mundo mexicano y, en especial, con el indígena. Su obra narrativa se caracteriza por denunciar la explotación que sufren los trabajadores en el mundo, no importa si se trata de negros, asiáticos o indios; sólo el anarquismo parece ser la solución a esta realidad social. Normalmente sus historias están contadas desde la perspectiva de un narrador en primera persona, que se identifica con un norteamericano, a veces un poco cínico. A pesar de la evidente simpatía que Traven muestra por los desprotegidos, no deja de señalar sus defectos, como la poca importancia que los indios le dan a las mujeres, la necedad e incluso la crueldad de sus acciones, cercana a la barbarie; muchos de estos rasgos se ven acentuados por el humor, a veces bastante cruel. Algunos críticos han encontrado rasgos autobiográficos en el personaje de Gerard Gales, protagonista de sus dos primeras novelas, El barco de la muerte y Los pizcadores de algodón, pues se trata de un norteamericano sin identidad que, durante los años de la Guerra Mundial, viaja en un par de barcos destinados a naufragar y llega a México, donde se establece, trabajando primero como pizcador y luego como empleado petrolero. A partir de El tesoro de la Sierra Madre, una de sus novelas más conocidas, Traven plantea el enfrentamiento entre culturas y sus sistemas de valores: por un lado, la norteamericana, caracterizada por su codicia y ambición, y por el otro, la sencillez, el apego a la tierra y la alegría, propias de los pueblos indígenas. La Rosa Blanca, por ejemplo, denuncia la ambición de las compañías petroleras, que incluso asesinan a un propietario con tal de adueñarse de sus tierras. Con La carreta inicia el ciclo de la caoba, serie de seis novelas en las que la selva chiapaneca sirve de marco a la vida de explotación que padecen los trabajadores, atados a sus patrones por deudas ancestrales, durante los años anteriores a la Revolución; de este grupo destaca La rebelión de los colgados. Macario, posiblemente uno de sus mejores cuentos, reelabora un par de relatos de los hermanos Grimm, “El padrino” y “El padrino Muerte”, pero ambientándolos en el campo mexicano. Una de sus obras menos conocidas, Tierra de la primavera, recientemente traducida al español, es un valioso testimonio porque es el relato personal de su viaje por la selva chiapaneca durante los años veinte, en el que mezcla el análisis objetivo con sus opiniones subjetivas; además, muchos de los asuntos que aborda, los retomará en su narrativa posterior. Sus obras han sido traducidas a más de treinta lenguas; algunas de ellas han sido adaptadas al cine, mientras que de otras sólo se conocen ediciones alemanas, como es el caso de Trozas y de Aslan Norval.

Seudónimos:
  • Hal Croves
  • Otto Freige
  • Ret Marut
  • Mauricio Ratenau
  • Traven Torsvan