Fue uno de los miembros fundadores del Ateneo de la Juventud, integrado por Alfonso Reyes, Antonio Caso, José Vasconcelos, Martín Luis Guzmán, Pedro Henríquez Ureña y otros. Obtuvo en 1908 la licenciatura en Derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam). Miembro del cuerpo diplomático, representó a México durante el gobierno carrancista en Francia, Inglaterra, España, Argentina y Alemania, entre 1915 y 1920. Participó frecuentemente en asambleas, congresos internacionales y en múltiples comisiones durante el gobierno de Venustiano Carranza para reorganizar el Servicio Exterior Mexicano en Europa y como jurista en Derecho Internacional durante la Guerra Civil en España y la Revolución Cubana. Fue miembro de la Corte Permanente de Arbitraje de la Haya, Holanda, de 1938 hasta su muerte; delegado de México ante La Liga de las Naciones durante el gobierno de Lázaro Cárdenas y juez de la Corte Internacional de Justicia de 1946 a 1952. Fundó algunas publicaciones periodísticas como el diario contrario a la reelección, La Verdad, durante el período maderista; El Pueblo, bajo el gobierno constitucionalista, y la revista especializada en Política y Derecho Internacional, Mundo Libre, de la Asociación Mexicana por un Mundo Libre, en la que se manifestaba el repudio de México contra el fascismo. Fue gobernador del Estado de México de 1942 a 1945, periodo durante el cual se logró la autonomía del Instituto Científico y Literario de Toluca, que se convirtió en la Universidad Autónoma del Estado de México (uaem).

Isidro Fabela Alfaro, narrador y ensayista especializado en Derecho Internacional e Historia de la Revolución Mexicana, muestra la herencia de la estética modernista en sus primeros libros de cuentos, La tristeza del amo y ¡Pueblecito mío! Los personajes son meros prototipos de historias que marcan un reiterado gusto por los temas y descripciones de la provincia. Los relatos de Cuentos de París muestran la vida en el extranjero, marcadamente bohemia. Como retratista literario dio a conocer las figuras más importantes de la cultura de su época en su libro, Maestros y amigos. Isidro Fabela también escribió crítica literaria en títulos como Alfonso Reyes y A mi señor don Quijote. Como internacionalista tuvo a su cargo, durante su paso por la coordinación de la Comisión de Investigaciones Históricas de la Revolución Mexicana, la edición de la Historia diplomática de la Revolución Mexicana, en veintisiete volúmenes, así como la serie Documentos históricos de la Revolución Mexicana, que enriquecieron el acervo documental y bibliográfico de esta etapa histórica. Su tarea como estudioso del Derecho Internacional estuvo encaminada hacia la neutralidad y el derecho de no intervención entre los países alineados, así como al concepto moderno de la agresión imperialista inscritos en su estudio Neutralidad, que fue traducido y ampliamente reconocido en Europa y, que junto con Belice y Las doctrinas Monroe y Drago, son consideradas notables fuentes de interpretación sobre el tema. También sobre Derecho Internacional escribió Azaña y la política de México hacia la República Española, Por un mundo libre, Los Estados Unidos contra la libertad o El caso de Cuba. Los escritores Mario Colín, su discípulo, y Fedro Guillén fueron quienes se ocuparon del rescate y estudio crítico de su obra; la cual está comprendida en los diecisiete tomos de sus Obras Completas, que incluyen títulos inéditos, y fueron publicados en la conmemoración del trigésimo aniversario de su muerte, en 1994.