Estudió Teología en el Seminario Conciliar de la ciudad de San Luis Potosí, donde el párroco Rufino Iturriagagoitia lo alentó a ser escritor. En 1906 publicó su primer cuento en El Correo de Catorce, periódico de Real de Catorce, San Luis Potosí. Su ingreso al mundo de las letras fue como periodista. Sus ideas conservadoras lo llevaron al destierro en San Antonio, Texas, Estados Unidos de Norteamérica, en 1914, durante el gobierno de Victoriano Huerta. En esa ciudad trabajó nueve años en el periódico La Prensa, donde fue jefe de redacción bajo las órdenes de Ignacio Lozano, y más tarde director. Firmó sus colaboraciones con el seudónimo de "Caricato", deformación de la palabra caricatura, género que practicó por algún tiempo. Durante su estancia en ese país escribió un ensayo y una novela sobre la Revolución Mexicana. A su regreso a México trabajó como editorialista en Excélsior y colaboró en varias revistas y periódicos; fue director de Últimas Noticias de Excélsior, edición vespertina (1929); dirigió Revista de Revistas (1929-1932), donde además redactaba un artículo quincenal para la sección editorial. Fundó las revistas México al Día, en la década de los treinta, de información general, y Saber (1940), de carácter literario, además de la primera escuela de periodismo en México. Fue profesor de periodismo en la Universidad Femenina desde 1943 hasta su muerte.

Teodoro Torres, periodista, ensayista y novelista, se dedicó también a la difusión de la cultura y a la docencia. Su trabajo como editorialista abarcó diferentes temas: la crítica a la política mexicana y norteamericana, las reflexiones sobre la vida cotidiana de los capitalinos y algunos comentarios sobre la literatura y su trascendencia. Es considerado por algunos historiadores como un periodista de derecha, culto y sensible, interesado por los pequeños problemas del ciudadano común como el desempleo, la lluvia y la vida de la ciudad, los temores ante los temblores. Cuando fundó su revista Saber señaló la importancia del periodismo para compartir y difundir los conocimientos con un público ávido de "saber". La revista contenía, en su mayoría, artículos traducidos de diferentes publicaciones mundiales, así como algunas colaboraciones de Rafael Heliodoro Valle, Rafael Cardona, Carlos González Peña y del autor. Los temas variaban sobre literatura, política, ciencia y relaciones humanas. Su obra literaria se divide en ensayo y novela. Dentro del primer rubro en Orígenes de las costumbres maneja el humor y el lenguaje sencillo para contarnos los orígenes de las relaciones básicas del ser humano y aspectos históricos de México y el mundo; en Como perros y gatos, de manera crítica y burlona, reseña la historia de la Revolución Mexicana: a Francisco I. Madero lo denomina "héroe liliputiense" y ridiculiza a Pancho Villa, Victoriano Huerta, Plutarco Elías Calles, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, calificándolos de bandoleros, borrachos e incultos. Periodismo es una investigación documental sobre los orígenes de esta actividad en México, las bases que deben sustentarla y el perfil del periodista. En Humorismo y sátira, obra que partió del discurso pronunciado al ingresar a la Academia Mexicana de la Lengua, presenta un panorama histórico del humor, de la caricatura y del lenguaje satírico en las letras mexicanas. En sus novelas su amor por México y la defensa de sus costumbres son la base de las historias; los personajes, sea en el país o fuera de él, resaltan lo bueno de las tradiciones y de la idiosincrasia del mexicano. Pancho Villa, una vida de romance y tragedia da cuenta de la vida personal de Doroteo Arango y su participación en la Revolución Mexicana. La Patria perdida relata la historia de Luis Alfaro y su esposa Ana, quienes viven cómodamente en los Estados Unidos pero extrañan y sueñan con volver a México; en ella reflexiona sobre la vida de los migrantes. Golondrina, obra póstuma, se ubica en la Revolución Mexicana y narra la historia de Valentina, apodada "la Golondrina", quien es educada en la ciudad y regresa a su pueblo en las vacaciones escolares; en la novela maneja el contraste entre la vida urbana y la provincia mexicana.