Enciclopedia de la Literatura en México

Félix F. Palavicini

Se graduó como ingeniero topógrafo en el Instituto Juárez de San Juan Bautista, hoy Villahermosa, Tabasco, en 1901. Justo Sierra le otorgó una beca para estudiar en el Conservatorio de Artes y Oficios de París (1906-1907). En 1903 impartió clase en la Escuela anexa a la Normal y dirigió la Escuela Industrial de Huérfanos (1911). Fue Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes (de agosto de 1914 al 26 de septiembre de 1916), unificó la enseñanza del castellano, convocó a concursos para la elaboración de libros de texto, impulsó la enseñanza rural, propuso la autonomía universitaria que fue rechazada por el Congreso. En 1921 y 1922 patrocinó y dirigió los congresos mexicanos del niño. Su militancia partidista y su actividad periodística estuvieron estrechamente ligadas. Con el ingeniero Calixto Merino Quintero fundó el efímero periódico El Precursor, que abordaba temas políticos y literarios. En 1908 editó El Partido Republicano, periódico de oposición a la campaña electoral de Díaz; así surgió el Centro Antireeleccionista de México, con cuyo diario bisemanal El Antireeleccionista impulsó la campaña de Francisco I. Madero. Antes habían dirigido la publicación Paulino Martínez y José Vasconcelos. Entre sus colaboradores se contaron además Filomeno Mata, Toribio Esquivel Obregón y Emilio Vázquez Gómez. El Antirreeleccionista fue censurado y desapareció en octubre de 1909. En 1911, Palavicini dirigió y editó El Tabasco, revista de propaganda regional, en la Ciudad de México; participó como diputado en la xxvi Legislatura, que disolvió Victoriano Huerta, quien mandó encarcelar a los diputados, entre ellos Palavicini, que estuvo preso del 10 de octubre de 1913 a fines de abril de 1914. Tras la caída de Huerta, tuvo a su cargo El Imparcial durante unos días, ya que el gobierno optó por cerrarlo. Reanudó su actividad política al lado de Carranza; fundó El Pueblo (1914) en apoyo al gobierno carrancista instalado en Veracruz; fue responsable de los periódicos constitucionalistas El Demócrata, La Vanguardia, editado en Orizaba, El Constitucionalista, en el Distrito Federal y otros de menor importancia, en 1915. Fue coordinador informativo y encargado de los subsidios de las publicaciones hasta septiembre de 1916. Fue diputado del Congreso Constituyente por el quinto distrito de la Ciudad de México; con Manuel Amaya, Luis Cabrera, Pascual Ortiz Rubio, Nicéforo Zambrano y el empresario Rafael Sánchez Viesca fundó El Universal, el 1º de septiembre de 1916. El 29 de marzo de 1917 el periódico fue censurado y cerrado por reproducir un artículo de Gonzalo de la Parra y por su actitud antimilitarista; para reabrirlo fue necesaria la intervención del presidente Carranza. El 11 de abril de ese mismo año reapareció; sin embargo, las presiones se mantuvieron y Palavicini tuvo que vender sus acciones al gobierno, en mayo de 1918. En enero del año siguiente las readquirió y asumió nuevamente la dirección del periódico. Para 1922 la Compañía Periodística Nacional editaba, además de El Universal, El Universal Ilustrado, El Universal Taurino y El Universal Gráfico. Palavicini impulsó la creación de la Unión de Redactores, Empleados y Obreros de la Compañía Periodística Nacional, que promovió la creación de la Casa de Salud del Periodista. De enero a abril de 1925 editó El Globo, que desapareció por el boicot publicitario promovido por el Secretario de Hacienda, Alberto J. Pani. En 1927 fundó El Pensamiento, periódico opositor a la reelección de Obregón; por tal motivo fue expulsado del país, junto con los periodistas José Elguero y Victoriano Salado Álvarez. En diciembre de 1927 fue invitado a colaborar en El País, dirigido hasta entonces por Aldo Baroni, quien a la llegada de Palavicini dejó la dirección en sus manos. De ahí se fue a París, de donde envió artículos para El Mundo, de Tampico, Tamaulipas; para El Diario de Yucatán, de Mérida; y para la revista Bohemia, de La Habana. Gracias a la intervención de Isidro Fabela pudo regresar al país el 6 de mayo de 1929. Creó Radio Mundial y estuvo al aire tres meses, con un programa periodístico, para después vender su estación a la Cervecería Modelo. En 1933 fundó la revista Todo. En 1945 regresó al radio con el programa Interpretación mexicana de la guerra, transmitido por la xew y retransmitido a 75 estaciones del interior del país. Colaboró en la “Revista Mexicana de Cultura”, en Hoy, en Mañana y en Impacto. Como diplomático representó a México en Inglaterra, Francia, Bélgica, Italia y España, de junio a noviembre de 1920; a partir de esta experiencia hizo varias propuestas al sistema educativo nacional. Fue embajador en Argentina (1938-1942).

Félix Fulgencio Palavicini Loria dedicó gran parte de su vida al periodismo, la política y la diplomacia. Asumió un abierto compromiso político desde la trinchera de la prensa antirreeleccionista; fue pionero del periodismo industrial y de la radio comercial. Escribió principalmente ensayo y crónica política y en el campo de la literatura incursionó en la narrativa. Constituyen los temas de su obra ensayística el proceso constitucionalista, la lucha política posrevolucionaria, los cambios en la política internacional, el proceso educativo, las personalidades nacionales y extranjeras de su época (sobre todo Madero y Carranza), sus vivencias, discursos y participación política. Mi vida revolucionaria, libro autobiográfico, nos lleva de su niñez al exilio y da cuenta de su protagonismo en la política nacional. Historia de la Constitución de 1917 y Política constitucional son las crónicas del debate al interior del Congreso Constituyente. Los diputados es una descripción de las personalidades de quienes participaban en el Congreso; en La democracia victoriosa compila sus ensayos y conferencias sobre la primera guerra mundial, mientras que Lo que yo vi reúne sus vivencias por el viejo mundo. En sus cuentos de Los irredentos relata las desigualdades sociales vividas por jóvenes profesionistas que ingresan al mercado de trabajo; son historias de desolación, rebeldía y frustración. ¡Castigo!, su única novela, entrelaza la política y el amor, pinta la vida urbana de principios de siglo xx y la turbulencia política propia del cambio.

Instituciones, distinciones o publicaciones


El Universal Ilustrado. Suplementos culturales.
Fundador

El Nacional
Colaborador del suplemento ?Revista Mexicana de Cultura?