Fue autodidacta. Se dedicó desde joven a la investigación histórica especializándose en la de su estado. En enero de 1956 fundó en Tecolotlán, Jalisco, el periódico Ecos de Provincia del que estuvo al frente hasta febrero de 1958. Estableció, organizó y dirigió por espacio de cinco años –de 1959 a 1965– el Departamento de Investigaciones Históricas, que después se llamó Instituto Cultural Sauza, en Guadalajara. A él se debe también la fundación y organización de la primera biblioteca pública, "Profesor Leónides Lizaola", en Tecolotlán, Jalisco, así como la integración del primer archivo militar de Jalisco en microfilme, con más de medio millón de documentos seleccionados del Archivo de la Secretaría de la Defensa Nacional (sedena). Escribió más de ciento cincuenta artículos de carácter histórico y biográfico en periódicos como El Informador, El Occidental, El Universal y El Nacional, entre otros. Es autor de obras como Bibliografía general de don José María Vigil y Orozco, La primera biblioteca de la Real y Pontificia Universidad de México, Biobibliografía de los escritores de Jalisco y Los corregidores don Miguel Domínguez y doña María Josefa Ortiz de Domínguez y el inicio de la independencia comprende las biografías de los dos corregidores de Querétaro y de la mayoría de los conjurados, en un esfuerzo por hacer una verdadera investigación histórica, despojada de los mitos y falsedades que han rodeado a estos personajes independentistas.

Gabriel Agraz García de Alba ejerció con tenacidad y afán de precisión su vocación de historiador. Dedicó gran parte de su vida a investigar minuciosamente el aspecto histórico-cultural del estado de Jalisco, sobre cuya historia fue especialista, y de algunos personajes destacados de su entidad y de México, como José María Vigil o los Corregidores de Querétaro. Publicó obras monográficas y bio–bibliográficas a lo largo de más de cuarenta años.