Fue hija del general de brigada Francisco Vasconcelos y de Justina Encinas de Vasconcelos. Realizó sus estudios en el Colegio Alemán de la ciudad de México y en el Conservatorio Nacional, donde estudió para concertista de piano. Se inició en el periodismo al publicar artículos y reseñas sobre música en Conservatorio, periódico que ella misma dirigió, y en las revistas Música, que fundó en 1940 y Todo, en la que tuvo a su cargo la sección de música. Fue también instrumentista de arpa en la Orquesta Sinfónica Nacional. Adaptó para el cine su novela Así llama el destino... Perteneció al Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa y presidió varias asociaciones y organizaciones de mujeres; fue miembro de la Cruz Roja Mexicana.

Justina Vasconcelos de Berges, narradora y periodista, es autora de tres libros de cuentos y una novela. Confetti y Homeopatía son sus primeros volúmenes de narraciones realistas y ambientadas en los años cuarenta. La crítica es vertida con un humor casi inexistente entre las escritoras de su época. Homeopatía es un libro de relatos breves sobre impresiones de viaje y notas sobre música. Su novela Así llama el destino... tiene como anécdota la vida de un músico que logra triunfar en el extranjero. Los temas están cargados de un nacionalismo arraigado firmemente en las instituciones como el matrimonio, la familia, o la Patria (aunque desliza algunas críticas al burocratismo imperante).