Carlos y Lázaro Lozano García formaron parte de los renovadores del teatro en México; con Ricardo Parada León, Francisco Monterde, José G. Herrera ("Mario Montes"), Carlos Barreda y Hernán Robleto, entre otros, fundaron la Unión de Autores Dramáticos, en la que se reunían para leer y comentar sus obras propias. Este grupo buscó el patrocinio del Sindicato Nacional de Autores para la organización de la Temporada Pro-Arte Nacional, en la que se estrenaron la mayor parte de las obras de los Siete Autores o "Pirandellos". En 1929 participaron en la formación de La Comedia Mexicana donde representaron sus últimas obras. Al retirarse por completo de la dramaturgia, Carlos ocupó cargos importantes en empresas privadas. Lázaro, abogado de profesión, continuó cercano al teatro mexicano a través del periodismo y como presidente de la Unión Mexicana de Autores.

Carlos y Lázaro Lozano García, dramaturgos, colaboraron juntos en todas sus obras dramáticas, pertenecen al grupo renovador conocido como los "Pirandellos". Llevaron a la escena por vez primera los problemas y valores de la clase media mexicana: Al fin mujer exalta la prudencia y la abnegación de una mujer que es engañada por su marido; esta obra tiene como base un cuento de Rabindranath Tagore. Con la excepción de este drama. El resto de su producción –se calcula que unas once piezas– permanece inédita. Con la terminación de La Comedia Mexicana, en 1936, la carrera dramática de estos hermanos llegó a su fin.