Ficha catalográfica del video
Título: Conferencia: Artes y letras en la década armada
Serie: Centro de Estudios Históricos de México CARSO. Fundación Carlos Slim
Tipo de grabación: Conferencia
Tema: Producción artística durante el periodo revolucionario.
Subtema: Pintura, literatura, periodismo, conflictos políticos.
Argumento: El historiador Antonio Saborit habla del campo de la literatura y las artes en el periodo transcurrido entre 1910 y 1920, periodo cuya historia no ha sido contada con justicia y sí eclipsada por la lucha revolucionaria mexicana, durante la cual hubo una rica efervescencia artística en México y que fuera el semillero para la continuación de ese florecimiento en las décadas posteriores. La Ciudad de México fue acogedora para la mayoría de los escritores y artistas, incluso para los que tuvieron que abandonarla. José Guadalupe Posada, José Clemente Orozco, Germán Gedovius, Joaquín Clausel, Fernando Best, Alfredo Ramos Martínez y Saturnino Herrán fueron algunos de los artistas más prolíficos dentro de la Ciudad, en tanto que en el extranjero Alberto Fuster y Marius de Zayas en Nueva York, así como Diego Rivera en París producían sus obras pictóricas con enorme éxito. A lo largo de su conferencia, Antonio Saborit expone no sólo a los artistas tanto literarios como pictóricos y musicales que dominaron la década revolucionaria y la enriquecieron, sino que también acompaña dichos datos con su hecho histórico contemporáneo, de modo que propone que el quehacer historiográfico debería ser incluyente y no excluyente, tal y como fue el que se encargó de relatar la historia del periodo revolucionario, atendiendo sólo a la ya conocida confrontación política y civil, dejando de lado el florecimiento que en el campo artístico tuvo el país, pero sobre todo la Ciudad de México. Entre los escritores que contribuyeron a dicho florecimiento se encuentran Joaquín Arcadio Pagaza, quien tradujo y editó un primer volumen de las obras completas de Virgilio en el año de 1913, mismo que fuera el año del golpe de estado de Victoriano Huerta. Del mismo modo, Efren rebolledo contribuyó al largo listado con una de las primeras novelas urbanas del siglo xx: Salamandra, de 1917. Mientras que en el campo de la filosofía Antonio Caso consiguió dedicarse de tiempo completo en dicha disciplina y obtuvo prestigio duradero con sus cátedras y sus publicaciones. Otro caso particular fue el de Mariano Azuela, quien en medio de la mayor indiferencia de la comunidad letrada, entregó tres novelas emblemáticas de la década, entre las que destacan Los de debajo, de 1916. Un dato importante que anota Saborit es que los personajes clave del ejercicio artístico de la década en cuestión, es decir, los escritores y artistas, casi todos vivían de medios ajenos a su producción artística, y generalmente ejercían la docencia y la abogacía, así como también una gran parte eran portadores de ideas políticas. Como ejemplo menciona a José Juan Tablada, uno de los escritores más prolíficos de aquella década, quien además de ser escritor en periódicos de la época, vivía de la venta de vinos.
Participantes: Antonio Saborit
Año de producción: 2010
Duración: 58 min.
Casa productora: Centro de Estudios Históricos de México CARSO. Fundación Carlos Slim
Catalogación de: Elizabeth Acosta
Título: Conferencia: Artes y letras en la década armada
Serie: Centro de Estudios Históricos de México CARSO. Fundación Carlos Slim
Tipo de grabación: Conferencia
Tema: Producción artística durante el periodo revolucionario.
Subtema: Pintura, literatura, periodismo, conflictos políticos.
Argumento: El historiador Antonio Saborit habla del campo de la literatura y las artes en el periodo transcurrido entre 1910 y 1920, periodo cuya historia no ha sido contada con justicia y sí eclipsada por la lucha revolucionaria mexicana, durante la cual hubo una rica efervescencia artística en México y que fuera el semillero para la continuación de ese florecimiento en las décadas posteriores. La Ciudad de México fue acogedora para la mayoría de los escritores y artistas, incluso para los que tuvieron que abandonarla. José Guadalupe Posada, José Clemente Orozco, Germán Gedovius, Joaquín Clausel, Fernando Best, Alfredo Ramos Martínez y Saturnino Herrán fueron algunos de los artistas más prolíficos dentro de la Ciudad, en tanto que en el extranjero Alberto Fuster y Marius de Zayas en Nueva York, así como Diego Rivera en París producían sus obras pictóricas con enorme éxito. A lo largo de su conferencia, Antonio Saborit expone no sólo a los artistas tanto literarios como pictóricos y musicales que dominaron la década revolucionaria y la enriquecieron, sino que también acompaña dichos datos con su hecho histórico contemporáneo, de modo que propone que el quehacer historiográfico debería ser incluyente y no excluyente, tal y como fue el que se encargó de relatar la historia del periodo revolucionario, atendiendo sólo a la ya conocida confrontación política y civil, dejando de lado el florecimiento que en el campo artístico tuvo el país, pero sobre todo la Ciudad de México. Entre los escritores que contribuyeron a dicho florecimiento se encuentran Joaquín Arcadio Pagaza, quien tradujo y editó un primer volumen de las obras completas de Virgilio en el año de 1913, mismo que fuera el año del golpe de estado de Victoriano Huerta. Del mismo modo, Efren rebolledo contribuyó al largo listado con una de las primeras novelas urbanas del siglo xx: Salamandra, de 1917. Mientras que en el campo de la filosofía Antonio Caso consiguió dedicarse de tiempo completo en dicha disciplina y obtuvo prestigio duradero con sus cátedras y sus publicaciones. Otro caso particular fue el de Mariano Azuela, quien en medio de la mayor indiferencia de la comunidad letrada, entregó tres novelas emblemáticas de la década, entre las que destacan Los de debajo, de 1916. Un dato importante que anota Saborit es que los personajes clave del ejercicio artístico de la década en cuestión, es decir, los escritores y artistas, casi todos vivían de medios ajenos a su producción artística, y generalmente ejercían la docencia y la abogacía, así como también una gran parte eran portadores de ideas políticas. Como ejemplo menciona a José Juan Tablada, uno de los escritores más prolíficos de aquella década, quien además de ser escritor en periódicos de la época, vivía de la venta de vinos.
Participantes: Antonio Saborit
Año de producción: 2010
Duración: 58 min.
Casa productora: Centro de Estudios Históricos de México CARSO. Fundación Carlos Slim
Catalogación de: Elizabeth Acosta